Siempre me ha gustado mucho todo lo que tuviera que ver con las enfermedades, los temas médicos me atraen bastante (una pena que me de pánico la sangre…) y por eso elegí un máster en biomedicina. Dentro de las enfermedades, por lo de la sangre y también que me dan penita los ratoncillos (aunque es importantísimo que se sigan utilizando), preferí estudiar las enfermedades infecciosas. Las bacterias no se quejan, son fáciles de crecer en el laboratorio y tienen un ADN mucho más sencillito que el nuestro, así que con ellas me quedo por ahora.
Comentarios