A los ocho años. Mi padre me compró una colección de fascículos de dinosaurios. Al final de la colección tenía ocho libros gigantes y me sabía todos los nombres. Tenía muy claro que quería ser geólogo.
No lo sé, y es una pregunta que me intriga. No sé de donde viene mi afición a la ciencia. Supongo que ya apareció en el colegio. Recuerdo hacer algún experimento en el laboratorio, bueno, en realidad lo hacía el profesor.
Leía libros de divulgación, que supongo que no entendía pero me gustaban.
No lo sé. Pero me gustaría saberlo.
También reconozco que me gustaban muchos los libros de fenómenos paranormales o de ovnis. Me encantaban, y me gustan, lo que ahora veo es qué errores comenten y falacias utilizan para convencer a la gente.
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